El pasado mes de febrero la Unión Europea multaba a la empresa de Redmon por considerar que cobraba un precio excesivo a sus competidores por la información que les suministra para que puedan fabricar productos compatibles con su sistema operativo Windows. Al cobrar un precio excesivo por esta información la UE considera que Microsoft incumplió las sanciones impuestas en marzo de 2004 que le obligaba dar estos datos sobre interoperabilidad “en condiciones razonables y no discriminatorias”.
Pues bien, Microsoft ha apelado ante la justicia europea la multa récord de 900 millones de euros cosa que se ha confirmado con las declaraciones del portavoz de la empresa: “Microsoft presentó una apelación para anular la decisión de la Comisión del 27 de febrero” y ha puntualizado “Presentamos esta apelación en un esfuerzo constructivo para buscar aclaraciones por parte del Tribunal”.
Ya veremos si finalmente la sanción record impuesta por la autoridad europea de competencia a una sola empresa se lleva a cabo o Microsoft se hace con la suya.